Un saludo amigo(a), voy a comenzar este artículo
con una fábula: A comienzos del siglo pasado cuando aún la gente andaba a
caballo, llegó una familia a un pueblo y en la primera casa estaba sentado en
una silleta desvencijada un viejito y a su lado un nieto muy querido; el jefe
de la familia se paró y le habló al viejito: Buenas amigo, me estoy mudando de
otro pueblo y quiero saber cómo son ustedes a ver si me quedo a vivir aquí; el
viejito le respondió: Y como son ustedes allá? El jefe de la familia dijo: Allá
la gente es mala, chismosa, anárquica, peleadora, entrépita, egoísta, por eso
nos estamos mudando, y el viejito le respondió: Nosotros somos así; la familia
bebió agua y siguió su camino. A los pocos días llegó otra familia y se repitió
la misma escena; buenas amigo, me estoy mudando de otro pueblo y quiero saber
cómo son ustedes a ver si me quedo a vivir aquí; el viejito le respondió: Y
como son ustedes allá?, el jefe de la familia le dijo: Allá la gente es afable,
servicial, trabajadora, alegre, progresista, me causa tristeza irme de allí
pero me tengo que mudar buscando prosperidad para mi familia. El viejito le
respondió: Nosotros somos así; y esa familia se quedó a vivir en ese pueblo.
A Venezuela llegó una gran oleada de personas parecidas a nosotros, afables,
trabajadores, serviciales, atentos con un pequeño grupo de bandoleros que
forman parte de sus opresores y que se hacen llamar
"revolucionarios", que asaltaron el poder en Cuba en 1958 y en nombre
de la revolución destruyeron ese país, cometieron tropelías, asesinaron y
apresaron a quienes se les oponían y sembraron miedo y desesperanza en un
pueblo tan noble como el venezolano. Hoy en nuestro país esos bandoleros en
complicidad con sus pares venezolanos, quieren hacer lo propio en Venezuela y
convertirnos en un país de miseria. Destruyeron la gallina de los huevos de oro
PDVSA, hasta el punto que está importando gasolina para cubrir la deficiencia
en la producción. Hoy han convertido a muchas personas en lo que son ellos:
Anárquicos, violentos, bandoleros, irrespetuosos de la Ley, y eso debemos
detenerlo.
Ayer me conseguí con el viejito actualizado y me comentaba: "que anarquía
hay por doquier, los motorizados pasan por donde les da la gana, que cantidad
de muertos salen por las noticias, se perdió el respeto, no se consigue cómida
y medicina; cuando yo era carajito, sentí una gran felicidad el día que mis
padres me compraron un flux y resulta que hoy los gobernante andan mal vestidos
porque y que se parecen al pueblo". Yo creo que es hora de poner orden en
la casa, de recuperar la gobernabilidad del país, rescatar las instituciones,
promover la seguridad personal y jurídica para comenzar a desarrollar el país y
alcanzar la Paz, el Bienestar y el Progreso tan anhelado. Si se puede
CARLOS GUYON CELIS
A Venezuela llegó una gran oleada de personas parecidas a nosotros, afables, trabajadores, serviciales, atentos con un pequeño grupo de bandoleros que forman parte de sus opresores y que se hacen llamar "revolucionarios", que asaltaron el poder en Cuba en 1958 y en nombre de la revolución destruyeron ese país, cometieron tropelías, asesinaron y apresaron a quienes se les oponían y sembraron miedo y desesperanza en un pueblo tan noble como el venezolano. Hoy en nuestro país esos bandoleros en complicidad con sus pares venezolanos, quieren hacer lo propio en Venezuela y convertirnos en un país de miseria. Destruyeron la gallina de los huevos de oro PDVSA, hasta el punto que está importando gasolina para cubrir la deficiencia en la producción. Hoy han convertido a muchas personas en lo que son ellos: Anárquicos, violentos, bandoleros, irrespetuosos de la Ley, y eso debemos detenerlo.
Ayer me conseguí con el viejito actualizado y me comentaba: "que anarquía hay por doquier, los motorizados pasan por donde les da la gana, que cantidad de muertos salen por las noticias, se perdió el respeto, no se consigue cómida y medicina; cuando yo era carajito, sentí una gran felicidad el día que mis padres me compraron un flux y resulta que hoy los gobernante andan mal vestidos porque y que se parecen al pueblo". Yo creo que es hora de poner orden en la casa, de recuperar la gobernabilidad del país, rescatar las instituciones, promover la seguridad personal y jurídica para comenzar a desarrollar el país y alcanzar la Paz, el Bienestar y el Progreso tan anhelado. Si se puede