Un saludos amigo(a), desde mi hogar paterno,
la formación de mis excelentes maestras, la pasantía por el seminario, la forja
en la Academia Militar y mi desarrollo personal, me cree unos patrones de
conducta que me hicieron considerar la vida dentro de valores y principios
éticos y morales, normas impuestas por la sociedad, las cuales aceptaron quienes
me educaron, así me las enseñaron, así las acepte yo también, las trasmití a
mis hijas y a mis subalternos en los años de actividad militar. Hasta 1998
vivíamos en una Venezuela donde las noticias eran marcadas por el progreso y
desarrollo, por la excelencia, producíamos para vivir y exportar. Cuando
Lusinchi le dijo al periodista: “tú a mí no me jodes"fue un escándalo por
lo vulgar que fue el presidente.
Lo normal hoy es que el jefe del régimen
vilipendie, agreda y se considere el dueño de la verdad en todos los aspectos
de la vida nacional, que se inmiscuya o mejor dicho que ordene el
encarcelamiento de cualquier ciudadano y la fiscalía y los tribunales cual
súbditos lo someten a prisión. Lo normal hoy es que los cubanos dirijan la
política de Estado, que los militares estén en cargos públicos en vez de estar
en sus cuarteles defendiendo la Patria y sus instituciones, lo normal es que el
régimen se robe propiedades de quienes las mantenían productivas para
destruirlas y dejarlas improductivas, normal es que te atraquen, roben,
secuestren o maten con toda la impunidad ante la ley, normal son las colas
gigantes por todos los supermercados y abastos del país para comprar productos
de primera necesidad, normal es ver las carnicerías cerradas por falta de carne
y pollo, normal es la escases de medicinas, normal es la muerte de cientos de
venezolanos cada semana, normal es la impunidad ante el delito, normal es que
motorizados andén en contra sentido, por las aceras o toreen los carros en los
semáforos, normal es conductores pasando la luz del semáforo en rojo, normal es
andar mal vestido, normal es toda la anormalidad a la cual nos han sometido
como política de estado los jefes del régimen, pero anormal es el nivel de
adaptación a las anormalidades que estamos viviendo.
Importante es que existamos venezolanos que
no aceptemos esas anormalidades y promovamos con fuerza restablecer la
normalidad nacional, que no es más que restituir el Estado de Derecho, la
gobernabilidad, la Justicia y el orden social. En casi todos mis escritos
planteo la misma fórmula para hacerlo: Unidad de objetivo (Recuperar la
Democracia), Unidad de estrategias, deponer actitudes personales y partidistas
en pro del bienestar general y mucho coraje para emprender y sostener la labor
libertaria. Una vez logrado el poder, seleccionar a los mejores, los más
capaces para ocupar los cargos que nos permita recuperar nuestro destruido
país, producir comida, bienes y servicios, desarrollo sustentable. Este debe
ser el Legado que debemos dejarle a nuestros herederos: Una Venezuela libre de
tiranía, con democracia y en vías de desarrollo. Si se puede
Carlos
Guyón